Testimomio de Alexander Meza



	Los cielos cuentan la gloria de Dios y el firmamento las obras de sus manos. Salmo 19:1

TESTIMONIO DE ALEX MEZA (del Barrio la Chinita)

De Sicario a Príncipe

Nuevo testimonio publicado el 2-sep-2014

Vea cómo para Dios nada es imposible, vea cómo Dios transformó a uno de los más peligrosos delincuente en Barranquilla, Colombia, en un hombre consagrado a Dios y con pasión por predicar la Palabra para la salvación de muchas personas.

Testimonio solo sonido

Resumen testimonio de Alex Meza del Barrio La Chinita

Hogar: Nacido de un padre delincuente, traficante de drogas, violento, maltrataba a su esposa.
Su niñez, a los 13 fue pandillero, líder de la banda los Mezitas
A los 15 años su madre le regala un revolver
Se convierte en sicario a los 15 años
A los 18 años hizo un pacto satánico
A los 20 años era líder como vendedor de drogas
A los 22 años fue de jefe de un organización delincuencial muy temida en Barranquilla junto con sus hermanos llamada "Los Mezas" y su área metropolitana.
Año 2000, Fue encarcelado donde conoció a Jesucristo.
Y cuando conoció a Jesucristo Dios le dio su esposa y se casó en el año 2004
En el año 2006 empieza la pasión por las almas, por predicar la Palabra, pastor por 10 meses y dedicado al Ministerio Evangelístico.

CONTACTO:

Pastor Evangelista Alex Meza

Teléfono móvil en Colombia:

(+57) 300-846-0445

300-221-2339

Email:

lexandermeza839@gmail.com

ANTES

DESPUÉS

Dios le dio una esposa cristiana y se lo confirmó a ambos cuando él estaba aún en la cárcel El Bosque en Barranquilla.

Atención !!

Para campañas evangelística en cárceles, en lugares de pandillas, en lugares de violencia, en colegios y escuelas públicas, en Iglesias y en todo lugar que necesite ver lo Poderoso que es Dios para transformar una vida.

Testimonio detallado que dura 3 horas, de dos días de campaña

2 Corintios 5:

17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación