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Los cielos cuentan la gloria de Dios y el firmamento las obras de sus manos. Salmo 19:1

Estudios Bíblicos Para las Iglesias

LECCIÓN #8

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 Al Rescate de los Brujos #221

 

 Como ser libre de la Opresión y Atadura #210

 

 

 

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La Autoridad de Dios en el Creyente

 

Sin artes mágicas, sin esfuerzo extraordinario, el creyente tiene la autoridad de atar y echar fuera demonios, de sanar enfermos y declarar bendiciones.

 

Primeramente lo más importante es no perder nuestra salvación. Jesús dijo: "Miren, les he dado autoridad para pisotear sobre serpientes y escorpiones, y sobre todo el poder del enemigo, y nada les hará daño.  Sin embargo, no se regocijen en esto, de que los espíritus se les sometan, sino regocíjense de que sus nombres están escritos en los cielos." Luc 10:19-20

 

Analice la autoridad que nos da Jesús en estas palabras.

 

Jesús llega a tierra de los Gadarenos y se encuentra con dos endemoniados y los demonios que tenían estos endemoniados dijeron:

 

Y gritaron: "¿Qué hay entre Tú y nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí para atormentarnos antes del tiempo (designado para el juicio)?" Mat 8:29

 

¿Qué sucede aquí? Lo que sucede es que los demonios no soportan la presencia de Jesús.  Esto claramente significa que el creyente que está lleno de la presencia de Dios, presencia de Jesús, tiene toda la autoridad de atar y echar fuera demonios.

 

Jesús le preguntó a sus discípulos: Y ustedes, ¿quién dicen que soy Yo? (Mat 16:15)
Y Pedro respondió: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
Jesús le responde:  Bienaventurado eres Simón hijo de Jonás; porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en el cielo. (Mat 16:16)

Pero hoy, nosotros, somos más bienaventurados porque sin haber visto hemos creídos y hemos recibido convicción a través del Espíritu Santo Dios y sabemos claramente que Jesucristo es el Hijo del Dios Viviente.
Y sobre esa verdad de que Jesucristo es el Hijo del Dios Viviente, Jesús dice: "edificaré mi iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella." (Mat 16:18)

Por tal razón recibimos el mismo poder y potestad que recibió Pedro, y Jesús nos recuerda ahora y cito: "Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en el cielo; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en el cielo." (Mat 16:19)

 

Jesús dejo clara instrucciones:  Y les dijo: "Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.  El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.  Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;  tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán." Marcos 16:15-18 Deténgase un momento a meditar y detalle cada palabra.   Es importante indicar que hay analistas de la Biblia que dicen que estos versículos no pertenecen a Marcos, pero aún así todo el resto del Nuevo Testamento lo confirma.

 

Si usted ha aceptado a Jesús como su salvador, reconoce que el Padre lo envió, que eres sellado con el Espíritu Santo de Dios, vives para Dios, entonces, no existe demonio, ni el mismo Satanás que se te pueda resistir.  Son los demonios los que le tienen miedo a un creyente que alaba al Señor.  Nunca jamás tengas temor de ningún brujo, Gnóstico, satanistas o cualquier maldad, porque en ti está la autoridad de Dios y ante la presencia de Dios tiembla toda la tierra.

 

Si has sentido apariciones y presencias malignas, ya sabes como atarlas y echarlas fuera en el nombre de Jesús.

 

Jamás lo ponga en duda.  Ata y reprende toda malicia, todo demonio y ruega a Dios que se le revele a los brujos para que Dios los salve.

 

Tienes autoridad para desatar bendiciones retenidas, para interceder en oración por un enfermo, para que Dios se le revele a un pecador, para deshacer cualquier maldición o conjuro.

 

Practica ahora mismo, pronuncia en alta voz lo siguiente solamente si lo crees y lo sientes en tu corazón:

 

"Yo confieso que Jesús es el Señor, que es mi salvador y sanador, que es el Unigénito Hijo de Dios Padre, que el Espíritu Santo me guía a toda verdad y toda justicia.  Creo en el poder que Dios me ha dado por su Gracia y amor.  Creo en el perdón de pecados y en este momento yo perdono a los que me han ofendido. Amén."


Esto es solo de creerle a Dios y apartarse del pecado, sin esfuerzo mental o trucos de magia. Ahora sus oraciones irán con más poder de Dios, solamente porque tú le has creído a Dios.
 


 

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